Hablar de la Muerte: 4 formas de dar más sentido a la Vida

“Hablar de la muerte puede resultar incómodo, pero no es indiferente para nadie. Es un tema que trasciende culturas, edades y creencias; nos afecta a todos en algún momento de nuestras vidas. Al abrir conversaciones que involucran la muerte y el duelo, observamos una variedad de reacciones en las personas que nos rodean. En esas conversaciones, cada individuo refleja su propia percepción y comprensión de la muerte, mostrando así que existen tantos conceptos sobre este tema como personas en el mundo y tantas formas de duelo como individuos en la tierra.”

– Verónica Falconi – LifeUrns

Algunas personas pueden abordar este tema con apertura, sentir la libertad y confianza para expresar sus emociones y compartir sus pensamientos. Para otras, en cambio, hablar sobre la muerte puede resultar difícil, no sólo en términos de expresión, sino también en la gestión de esas emociones y asociaciones que se desatan.

Más desafiante aún se vuelve el pensar sobre nuestra propia mortalidad, el acercarnos a ella y descubrir qué provoca en nosotros. La reflexión sobre nuestra finitud plantea preguntas profundas como: ¿Cuál es el propósito y el significado de nuestra existencia?

En nuestro transcurso por la vida, adquirimos herramientas personales que nos ayudan a navegar por sus desafíos y momentos cruciales. Estas herramientas son como piezas de un rompecabezas que vamos recolectando y ensamblando a lo largo del tiempo. Es fundamental revisar cuáles son nuestros recursos personales para manejar estos momentos de la vida, incluyendo la reflexión sobre la muerte. Reconocer estos recursos y permitir que nos guíen hacia decisiones conscientes en nuestra vida es esencial para enfrentar, con cierta preparación emocional, los procesos de muerte y duelo.

Uno de los objetivos de la Red Latinoamericana de Acompañamiento en Muerte y Duelo es  explorar la importancia de abordar la muerte de manera abierta y sincera. En este artículo veremos cómo esta conversación, aparentemente incómoda, puede enriquecer nuestras vidas, otorgándonos un propósito renovado y una comprensión más profunda de nuestra existencia. A través del diálogo y la introspección, podemos desmitificar los misterios de la vida y la muerte, encontrando así significado y valor en nuestra finitud.

1. Hablar de Muerte: Afrontando el Tabú

Hablar sobre la muerte puede ser difícil debido al tabú social que la rodea. Enfrentar este tabú es crucial para nuestra comprensión de la vida y la muerte. Romper los tabúes acerca de la muerte también nos ayuda a dejar a un lado creencias obsoletas y crear nuevas formas de enfrentar la muerte. Les compartimos algunas maneras de hacerlo:

  • Normalización del tema: Reconocer que la muerte es parte de la vida y que hablar de ella no es morbosidad, sino una reflexión sobre nuestra existencia. Debemos tomar en cuenta que la incomodidad alrededor de la muerte es algo adquirido. En nuestra experiencia en duelos y muerte hemos sido testigos de cómo los niños en su pureza toman la muerte como algo muy natural que, si bien es cierto es triste, también es algo que les trae curiosidad. El conectarnos nuevamente con esa curiosidad natural nos ayuda a asumir el tema como algo que nos pertenece a todos y enfrentar la muerte con autenticidad.
  • Comunicación abierta: Fomentar conversaciones sobre la muerte en entornos seguros y compasivos, donde las personas se sientan libres de expresar sus pensamientos y emociones. Cuando hacemos sesiones para hablar de la muerte se crea una red de pensamientos y preguntas que surgen de todo tipo. Es interesante observar que muchas personas cargan muchas inseguridades que nunca han podido expresar hasta cuando por fin se dan permiso de hacerlo y cuando todo esto sale, inicia un proceso liberador y de transformación.
  • Apertura de espacios en comunidad es fundamental para desmitificar el tema de la muerte. Compartir estas conversaciones en entornos donde se hable sin tabúes, sin juicios y sin una agenda preconcebida es esencial para romper la barrera que rodea este tema. Un ejemplo destacado es el proyecto británico Death Café, que ha desempeñado un papel crucial en la expansión de esta iniciativa a nivel global. Participar en espacios como el Death Café nos brinda herramientas para abordar la muerte de manera abierta en nuestra vida diaria, otorgándole más sentido y apreciación a nuestra existencia al comprenderla como un ciclo inevitable de la vida. En latinoamérica ya existen ciudades donde se hacen Death Cafés y cada vez hay más gente uniéndose a este movimiento.

2. Encontrar Propósito y Significado: La Muerte Ayuda a los Vivos

La contemplación sobre la muerte brinda perspectiva y nos ayuda a encontrar un propósito más profundo en nuestras vidas. Algunas formas en la que esta magia sucede son:

  • Claridad de objetivos: Al contemplar nuestra mortalidad, nuestras prioridades naturalmente cambian, podemos establecer metas y objetivos más significativos y orientados hacia lo que realmente valoramos. Nuestra finitud es un sacudón que nos invita a cuestionarnos si lo que realmente estamos haciendo con nuestras vidas tiene el significado real de lo que queremos ser y expresar.
  • Apreciación de la vida: Reconociendo la impermanencia, aprendemos a apreciar más cada momento y las relaciones que tenemos. La consciencia de la muerte [link a video] nos trae al presente, a valorar el aquí y el ahora y nos ayuda a priorizar lo que realmente es más importante para cada uno.
  • Aceptación de cambios de mejor manera: La muerte es sin duda el mayor cambio que transitamos; cuando alguien muere, y cuando enfrentamos nuestra propia mortalidad, muchas cosas cambian alrededor y en nuestro interior. El hablar de la muerte nos ayuda a enfrentar los cambios en nuestras vidas de una manera más consciente, abierta y colaborativa.

3. Integrar Aprendizajes y Reflexiones: La Muerte de los Demás Nos Impulsa a Vivir Mejor

La pérdida de seres queridos nos recuerda la fragilidad de la vida y nos desafía a vivir de manera más auténtica y significativa. Les invitamos a reflexionar en los aspectos beneficiosos que la muerte nos brinda:

  • Valoración de relaciones: Cuando perdemos a alguien cercano, nos damos cuenta de lo efímera que es la vida y lo valioso que es cada momento que compartimos con nuestros seres queridos. Esta experiencia nos invita a reflexionar sobre la calidad de nuestras relaciones y a valorar profundamente a las personas que nos rodean. También a considerar cortar con relaciones o eventos de nuestras vidas que nos están alejando de nuestro objetivo y propósito de vida.
  • Aprendizajes de la pérdida: Cuando transitamos una pérdida, la experiencia nos sumerge en un proceso de duelo, que puede ser abrumador y desgarrador, e inspirador y regenerador al mismo tiempo. Incluso en medio del dolor, podemos encontrar enseñanzas significativas. Los grandes cambios de vida, así como la muerte de un ser querido, nos enseñan a apreciar la vida de una manera más profunda. Extraer lecciones de nuestras pérdidas nos ayudan a transformar el dolor en sabiduría y a transformarnos de quienes fuimos antes de la pérdida a quienes nos estamos convirtiendo caminando con ella.

4. La Muerte y la Vida: Un Ciclo Inevitable y Transformador

La muerte es una parte fundamental del ciclo de la vida. Reconocer esta interconexión puede transformar nuestra percepción y enriquecer nuestra existencia. Aspectos a considerar son:

  • Renacimiento y transformación: La muerte, lejos de ser un fin absoluto, representa un cambio y un renacimiento en el vasto ciclo de la vida. Cuando alguien muere, su energía, sus experiencias y su sabiduría se dispersan y se integran de diversas formas en el tejido de la existencia. Esta comprensión nos permite ver la muerte como un paso hacia algo nuevo, una transformación que contribuye al flujo constante de la vida en el universo.
  • Legado duradero: Reflexionar sobre el legado que dejaremos es una oportunidad para considerar el impacto de nuestras acciones y decisiones en el mundo. Cada acción, cada palabra y cada elección que hacemos pueden influir en otros y en el entorno en el que vivimos. Al reflexionar sobre nuestro legado, nos preguntamos cómo deseamos ser recordados y cómo podemos contribuir positivamente a las vidas de quienes nos rodean, así como a las generaciones futuras.
  • Paz con la vida vivida, y con uno mismo: Sofía Plonsky, Doula de fin de vida, con su proyecto LiveDoula, nos invita a imaginar cómo deseamos que sea el final de nuestra vida. Este ejercicio es una poderosa herramienta para abordar y eliminar lo que está obstaculizando nuestra paz interior. Al reflexionar sobre el final de nuestro camino, podemos identificar qué aspectos de nuestra vida, relaciones o creencias están causando conflictos internos, inquietud o hasta ansiedad. Esto nos brinda la oportunidad de abordar estas situaciones de frente, buscar ayuda si es necesario y tomar medidas para lograr una sensación duradera de paz y aceptación.

Somos fieles creyentes que hablar de la muerte no es solo enfrentar nuestra mortalidad, sino también una oportunidad para abrazar la vida de manera más plena. Al romper el tabú y explorar este tema, cómo lo percibimos y cómo lo experimentamos, podemos encontrar propósito, apreciar la vida y aprender a vivir de manera auténtica y significativa. La muerte es parte de la vida, y aceptarla nos brinda una perspectiva más profunda sobre lo que realmente importa en nuestra existencia, individual y colectivamente. En última instancia, al hablar sobre la muerte, podemos encontrar un significado más profundo en la vida misma.